martes, 6 de marzo de 2018

SIN PEPA





Me he sentado en el centro del bosque a respirar.
He respirado al lado del mar fuego de luz.
Lento respira el mundo en mi respiración.
En la noche respiro la noche de la noche....




... Me he sentado a sentir cómo pasa en el cauce
sombrío de mis venas toda la luz del mundo.
Y, al fin, yo era un gran sol de luz que respiraba.
Pulmón el firmamento contenido en mi pecho,
que inspirando la luz va expirando la sombra,
que nos anuncia el día y desprende la noche,
que inspirando la vida va espirando la muerte.





Inspirar, espirar, respirar: la fusión
de contrarios, el círculo de perfecta consciencia.
Ebriedad de sentirse invadido por algo
sin color ni sustancia, y verse derrotado
en un mundo visible por esencia invisible.
Me he sentado en el centro del bosque a respirar.
Me he sentado en el centro del mundo a respirar.




Dormía sin soñar, mas soñaba profundo
y, al despertar, mis labios musitaban despacio
en la luz del aroma: "Aquel que lo conoce
se ha callado y, quien habla, ya no lo ha conocido"-

                    Antonio Colinas. Canto XXXV, "Noche más allá de la noche"





1 comentario:

  1. Cuanto te añoramos hermana. nos has dejado tan solas. Tenemos ese dolor dentro que a veces aflora y no se pueden evitar esas lágrimas que nos permiten mitigar la tristeza que cada día nos acompaña.

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