Todos los miedos antiguos han sido arrojados a la montaña que viene del saber.
Robert Duncan. Cuaderno de versiones. J.A. Valente. Galaxia Gutenberg,2002
Robert Duncan. Cuaderno de versiones. J.A. Valente. Galaxia Gutenberg,2002
Andrés Neuman. El equilibrista. Acantilado, 2005
¡Ay de mí! ¿Dónde cogeré las flores
cuando sea invierno y dónde
el relumbre del sol
y la sombra en la tierra?
Loa muros se levantan
fríos y sin palabras, y en el viento
las veletas chirrían.
F. Hölderlin. Antología poética. Cátedra, 2016
En mi alma había redes sucias y rotas, fogatas húmedas, había algas podridas, medusas muertas, había cormoranes en mi alma.
Como una playa en otoño, preparada para todos los naufragios.
Vicente Valero. Breviario provenzal. Periférica, 2021
scrita
racha di la primer scrituria
palabra di una lingua pardida
aprovu intinderti
cuandu durmin lus ojus la cara la frenti
cuandu
no sos nada mas qui un barcu al fin di su viaje
nada mas qui una scrituria muda.
Clarisse Nicoidski. Las ínsulas extrañas. Antología de poesía en lengua española (1950-2000). Galaxia Gutenberg, 2002
...el mundo-miedo que ignoto burbujea
bajo lo que llamamos vida.
Chantal Maillard. Medea. Tusquets, 2020
con pocos, pero doctos libros juntos,
vivo en conversación con los difuntos,
y escucho con mis ojos a los muertos.
F. de Quevedo. Antología poética. Austral, 2005
Este aleteo de pájaros
cuyas sombras se abaten
a mis pies mientras camino
siembran trazos de dudas
sobre el polvo.
¿Quién orfebra estos signos?
¿La mano de qué loco los dibuja?
Ginés A. Cervantes. El mar y sus orillas. Márgenes Arquitectura, 2021
... En la puerta de casa
perdura una rayuela descolorida
y, sobre ella, hay una flor de sangre
marchita en el asfalto...
Negra flor de la sangre
que atormenta mis sueños.
Habito en la morada de mis miedos.
Ginés A. Cervantes. El mar y sus orillas. Márgenes Arquitectura, 2021
Me flaquean las piernas, se me seca la boca,
y siento escalofríos, y se me eriza el pelo.
El arco se me cae de las manos al suelo,
y no me tengo en pie y mi mente está loca.
Luis Alberto de Cuenca. Poesía 1979-1996. Cátedra, 2006
A veces me caminas en los sueños
por el borde que acabo de afilar
de los acantilados del cerebro.
Aurora Luque. Carpe amorem. Renacimiento, 2007
...Empujando las rocas desde abajo, las sacó de raíz
y las echó a rodar hasta la mar.
Para que se olvidaran de la tierra firme,
a todas las demás las enraizó en el fondo del abismo.
Pero a ti no te agobia ese destino
porque navegas, por las aguas, libre.
Calímaco. Himno a Delos. De "Aquel vivir del mar", Aurora Luque. Acantilado, 2015
El mar que nos amargaba es profundo e inescrutable
y despliega una serenidad infinita...
...Nos volvimos a embarcar con nuestros remos quebrados.
Yorgos Seferis. Seferis íntegro. Tres puntos, 2018
En el instante de las ruinas,
en el instante de las dudas,
la luz fermenta en el limo negro.
Antonio Colinas. Desiertos de la luz. Tusquets, 2008
A veces tengo sueños como mares
y, cuando me despierto de uno de ellos,
sé que he sobrevivido a otro naufragio.
Amalia Bautista. Tres deseos. Renacimiento, 2010
Corre, corzo, vuela
que allá lejos hay prados más verdes,
hay hembras, hay agua clara,
tardes amarillas,
mañanas frescas.
Irene Solà. Canto yo y la montaña baila. Anagrama, 2020
Antiguo oficio humano
Este de querer atrapar la luz...
El tiempo nos ha vaciado de fulgor.
Pero la oscuridad
Sigue poblada de luciérnagas.
Gioconda Belli. Mi íntima multitud. Visor, 2010
vemos, si es invisible el pájaro,
el color de su canto.
Octavio Paz. Piedra y sol. Visor, 2007
Fue la alondra
o qué pájaro siniestro.
Algo gritó muy lejos de nosotros
y se partió la tierra
en dos mitades.
Ida Vitale. Todo de pronto es nada. Ed. Universidad de Salamanca, 2015
De noche, sueño en el silencio.
Al alba, fantaseo en el silencio.
Una vida peligrosa, ya veis.
Pascal Quignard. El hombre de tres letras. Shangrila, 2021
¿Adónde ibas separando espinos
con tus navajas de música?
Antonio Colinas.Desiertos de la luz. Tusquets, 2008
Cayó el alma en el pozo de la noche
y desde abajo, desde lo más hondo,
ve la luna de junio madurar
en la brisa, que trae enloquecidos
cantos de ruiseñores africanos.
Antonio Colinas. Las ínsulas extrañas.- Antología de poesía en lengua española (1950-2000). Galaxia Gutenberg, 2002
Abre aún la ventana en la que el aire
agolpa pájaros desde el bosque amarillo
donde aún empieza a clarear la luz.
José Ángel Valente. Fragmentos de un libro futuro. Galaxia Gutenberg, 2019
Un día del año 792, Wu Daozi abrió una puerta en la montaña que acababa de pintar y desapareció tras ella. El emperador Xuan Zong no tuvo tiempo de seguirle.
Chantal Maillard. La mujer de pie. Galaxia Gutenberg, 2015
El Sol alcanzó, renovado, las tierras labradas
elevándose al cielo
desde Océano de honda y serena corriente.
Homero, La "Ilíada", VII, 421-422
Aurora Luque, "Aquel vivir del mar". El mar en la poesía griega, Antología.
Acantilado, 2015
Rojorrojo, arpegiado muy detrás
del vello del pubis, en las cavernas,
fuera, alrededor
el infinito canon-de-ningún-sitio...
Paul Celan.Hebras de sol. Visor, 2002
coincidirán los bordes del silencio?
J.M. Caballero Bonald. La noche no tiene paredes. Seix Barral, 2009
En el interior de lo que irrumpe está lo que permite el acceso a lo que no se ve. Es decir, al mundo sin límites de lo invisible.
Roberto Calasso. El Cazador Celeste. Anagrama, 2020.
Dialéctica, sangriento solipsismo
que inventó el enemigo de sí mismo.
Octavio Paz. Aunque es de noche. De Árbol adentro.
Por cierto, es preciso dar forma, y sin cesar. Hacer existir lo que no hace sino pasar...Y asumir que cada forma (una frase impresa, un libro, son formas) sea transitoria, que se desplace sin cesar sobre el cuerpo del mundo, como una caricia.
Georges Didi-Huberman. Vislumbres. Shangrila, 2019
Hay quien respira el fresco de la brisa,
hay quien siente la dulzura del sol cuando se pone,
pero nosotras, en la desdicha compañeras,
oímos sólo el sonido ominoso de las llaves
y los pasos de plomo del soldado.
Anna Ajmátova ( Odesa, 1889 - Moscú, 1966 ),
¿Quieres en secreto decirme
que has cruzado ya el Leteo
y respiras allí una nueva primavera?
Anna Ajmátova. Poema sin héroe.
En tanto que de gesto y autoestima
se muestren los cimientos de tu nombre,
procura que las dudas no te asombren:
encima de tu miedo hay purpurina.
Andrés Neuman. Sonetos del extraño.Cuadernos del Vigía, 2007
.....
la profundidad,
imperceptible, sin resistencia,
hace entrega de su vegetación.
Paul Celan. Hebras de sol. Visor, 2002