jueves, 21 de mayo de 2009

UNO DE MIS PIES


A veces, siento que uno de mis pies - por desgracia, uno solo - pisa un camino diferente.Me quedo quieto, paralizado: es como si estuviese descalzo, como si ese pie no posase en la tierra; pero el otro tira de mí con su carga de años y vacilaciones y, aunque ese es mi más plenario deseo, no puedo encarrilarle por el camino otro: lo siento como ancla, como piedra atada a mi espíritu, y el primero vuelve a su estado de antes- y ambos se reconocen.

* Ángel Crespo

1 comentario:

  1. Bello texto. Y esas pisadas volátiles, tan dispersas, ¿hacia dónde irán?

    Un abrazo

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