En sus hombros, detrás,
centellean los mares del inicio del mundo.
Quiere hacia atrás en él beber la creación
y volver a crear, con su cuerpo y el sol, el paraíso.
No necesitaría morir, ni vivir, si en su cuerpo pudiera
desplazarse y rodar como esa nube blanda
que se deshace al fin en la inconsciencia.
¿Podrían hacer suyo
ese deseo antiguo -caracola de bronce,
mediterráneo mudo frente al sol?
*Aurora Luque. Carpe Amorem ( Antología ). Renacimiento, 2007
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