Aprendí con mi abuelo a plantar árboles.
" Los sauces necesitan
más agua, Andrés , que tú,
y sus raíces
al principio no son
demasiado profundas.
A veces crecen rápido
y otras veces se estancan en las tierras
austados del aire".
Hoy no existe ni abuelo ni país
ni tampoco ese niño, pero queda
aquel sauce encorvado al que -me digo-
Andrés, hay que cuidar,
estas raíces frágiles,
este miedo a la altura de la vida.
* Andrés Neuman
* Dedicado a todos mis alumnos, y de paso a cualquier adolescente confuso.
gracias por el poema, me encuentro en la dedicatoria ;)
ResponderEliminarGracias a tí, Elena, incluso yo en algunos, o en muchos, momentos me podría incluir en la dedicatoria.Te deseo éxito con tus estudios.Un fuerte abrazo.
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