Desconfía del vino que sabe a cauce seco,
del agua que se estanca sin transcurso.
Desconfía del aire de los espacios huecos,
del ojo que ha olvidado ya el impulso.
Y entrégate al torrente que empieza a abrirse paso,
amanece a un más hondo palpitar.
Desconfía de todo cuanto yace encerrado,
pues el tiempo ya fluye a otro lugar.
*El poema es de Eduardo García, Premio de la Crítica 2008 de Poesía en castellano.
Bonito canto a la vida de verdad.Besazos.
ResponderEliminarSí bambú, la poesía tiene eso..., y me gusta..., intensidad y emoción concentradas.Un beso muy fuerte.
ResponderEliminarAl poeta habrá que leerlo despacito, aunque sin desconfiar, que quede claro. ;-P
ResponderEliminar¡Qué juncos más chulos!
Beso