
Y no solamente se exigía a la rica tierra las cosechas y el alimento debido, sino que se llegó a las entrañas de la tierra, y se excavaron las riquezas, acicate para el mal, las que ella había escondido y acercado a las sombras estigias; y ya había aparecido el hierro nocivo y el oro más nocivo que el hierro: apareció la guerra, que lucha con uno y otro, y blande las armas tintineantes con mano sangrienta.
* Ovidio.Metamorfosis.