martes, 25 de noviembre de 2014

CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO





EL MONSTRUO

Era su territorio y ejercía
sobre él su derecho
con sus ojos de monstruo - monstruo noble,
          entendámonos -
que no parpadeaban, sus escamas de monstruo
y su perseverancia.
Podía llegarse sólo hasta la cima, su ámbito
admitido o pactado, pero no rebasarlo.
Inútilmente alguien
advirtió del peligro, de un acecho que me sobrecogía.

     Él seguía en lo suyo.

               * María Victoria Atencia . Las contemplaciones.




No hay comentarios:

Publicar un comentario