Imagen empañada, no te estanques.
Es la hora de ir, dicho en vulgar,
cambiando esa carita de lugar
y templando la pala y sus arranques.
Hay que hacer de este vértigo un hogar
porque avanzan temblando como tanques
los miedos a través de los estanques
hasta el ojo que empieza a interrogar.
El tiempo no varía su cortejo,
pasa lento y sabiendo lo que hace
mientras cruza la curva del espejo.
Sospecho que, moviendo algún enlace,
mi reloj hace trampas. No me quejo.
Me ha salido una cana y me complace.
* Andrés Neuman, "Sonetos del extraño".
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