El escultor
británico Anthony Caro murió ayer a los 89 años, formó
parte de esa genealogía de artistas metalúrgicos (David Smith, Julio González,
Oteiza, Chillida, Richard Serra, Martín Chirino...) que conformaron una nueva
galaxia del arte. Empezó como ayudante de Henry Moore tras sus estudios en la
Royal Academy of Arts de Londres. Vivía muy a las afueras de ese safari
manufacturado del negocio del arte, encerrado en su estudio de Camden Town.
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