He aprendido a observar el silencio de los que me observan,
el rutinario oficio del actor, su incrédula rotundidad ,
la verdad que se oculta tras la costra de lo cotidiano
y a fingirla en los nombres que por azar escribo sobre la pizarra.
Luego, al salir de clase, vuelvo a tu luz, ya libre,
libres, mar mío, tu silencio y yo,
consolados de ser puros como la muerte.
Jenaro Talens
No hay comentarios:
Publicar un comentario