Nunca me pareció que nosotros fuéramos mucho nosotros mismos.
Nunca me pareció que fuéramos tanto nosotros mismos como el demonio que nos roza.
Pascal Quignard. Morir de pensar. Trad. Marta Cerezales Laforet. Ed. El Desvelo, 2005
Nunca me pareció que nosotros fuéramos mucho nosotros mismos.
Nunca me pareció que fuéramos tanto nosotros mismos como el demonio que nos roza.
Pascal Quignard. Morir de pensar. Trad. Marta Cerezales Laforet. Ed. El Desvelo, 2005
El tránsito constante de la certidumbre, una constelación de seda (...)
Vicente Valero. Canción del distraído. Vaso Roto, 2015
...
como en los viejos cuadros
el mundo se detiene
y termina
donde el marco se pudre
Blanca Varela. Las ínsulas extrañas. Galaxia Gutenberg, 2002
Aunque te ocultes en la pleamar
de la marea cuando se ha puesto la luna,
quienes vengan detrás sabrán un día
que yo arrojé mi red,
y que incontables veces te escapaste
de la malla de plata,
y pensando que fuiste duro y cruel,
te acusarán con frases muy amargas.
W.B. Yeats. Poesía reunida. Pre-textos, 2010
aunque brilléis y relumbréis, aunque ronroneéis y os abalancéis,
en junios más cálidos que éstos las olas eran más alegres,
cuando yo era un muchacho con el corazón intacto.
W.B. Yeats. Poesía reunida. Pre-textos, 2010
Como una mosca zanquilarga sobre el río
su mente se mueve en el silencio.
W.B. Yeats. Poesía reunida. Pre-textos, 2010